La gravedad de los mismos ha sido calificada como "crítica"
La pandemia de la COVID-19, ha potenciado los ciberataques a todos los niveles, "tanto cuantitativamente, como cualitativamente", según fuentes del Centro Nacional de Inteligencia (CNI). En lo que vamos de año, el Centro Criptológico Nacional (organismo dependiente del CNI) ha gestionado casi 6700 cibertaques en ordenadores y sistemas informáticos del sector público y de empresas privadas. Esta realidad, duplica el número que se alcanzó el año pasado, (3172).
Estas incidencias, que, en su mayoría, el CCN ha catalogado como "críticas", provienen de distintos grupos profesionales de "ciberdelincuentes". Además, van dirigidas a múltiples organismos (públicos y privados), y lo sufren durante un largo periodo de tiempo. Concretamente, este tipo de ciberataques, suelen tardar más de una semana en resolverse.
De este modo, organismos europeos e internacionales, tales como Europol e Interpol, vienen alertando de este fenómeno desde el principio de la pandemia. Los atacantes, actúan por beneficio económico. Esta situación, se ha convertido en uno de los principales ejes de lucha de las policías europeas.
Expertos en ciberseguridad, advierten que el problema es mucho más serio de lo que parece a simple vista, y a estas alturas, es vital concienciarse para afrontarlo. Es fundamental que las pequeñas y medianas empresas (PYMES) presten atención a este asunto, porque también pueden ser víctimas de ciberataques, que incluso pueden acabar con su negocio.
Por nuestra parte, hace tiempo que venimos alertando y formando a nuestros clientes para evitar este tipo de catástrofes en sus empresas. Los usuarios, son la primera barrera que el ciberdelicuente se encuentra en un posible ataque. Si los trabajadores de una organización, no están preparados para distinguir un phishing o fraude, estamos en un problema serio, problema que puede poner en riesgo la continuidad de nuestro negocio.